miércoles, 12 de marzo de 2008

Santiasco


La ciudad de los ciegos.
Solo hay que caminar por el centro de santiago para darse cuenta de la ceguera del santiaguino, caminan chocandose los hombros, cruzan las esquinas con luz roja y los automovilistas miran casi con pena como no son respetados sus vehiculos, proyecciones de su ego, veo camionetas enormes, con tracción en las 4 ruedas, con eeuipamiento completo, pero solo son majedas por las grises calles de esta ciudad.

Ya ni los jovenes tienen ideales, hoy todo es la moda, encajar en el grupo, el peinado mas raro, el que se come mas minas, pero se debe parecer a una de ellas.

Hace unos dias se largo a llover y muchos fuimos sorprendidos, es que ya nio el tiempo vemos, no le creemos a nada que salga en la television, esi que solo miramos por la ventana y decidimos que ponernos, pero esta ciudad de mierda siempre se encarga de cagarte con algo.
Santiago te roba poco a poco las pocas luces que brillan en tus ojos, se encarga de hacerte entender de que la vida es dura, de que te traicionaran, de que tus jefes te explotaran y te pagaran un sueldo de hambre, te llenan de impuestos, te llenan de autos, de micros cuncunas en las cuales entra mas gente pero todos parados y apretados.

las calles con crateres, las noches con delincuencia, la tele con farandula poca cosa, las tardes con guerras de teñeseries, es que todo lo que en esta ciudad sea una competencia se transforma inmediatamente en una guerra, como si esa palabra le diera mas importancia a la situación.
Santiago apesta, da asco, tiene ese aroma al que te acostumbras desde que naces aca, el sabor del agua, si ni las estrellas se dignan a aparecer todas por las noches, santiago no duerme, en las noches puedes oir como la maquina sigue funcionando, sabes que en algun rincon alguien esta pulsando botones, limpiando caca, robando pesos, chupando picos.

viernes, 7 de marzo de 2008

Sueños parchados


Tenia un sueño, lo tenia frente a mi, uno de esos que debes esperar años para cumplir y bueno paso lo peor que podia pasar...
...hace algun tiempo hoy un dicho que indicaba que el ser humano tiene dos desgracias en la vida, una es vivir intentando cumplir un sueño y la otra es lograrlo.

Pues bien, yo logré mi sueño, tenia algunos momentos tipo pesadilla, pero era mi sueño y luche demsiado para lograrlo.

Lo mas complicado luego de que se te rompe un sueño es que te sientes muy despierto, como que vuelves al mundo real, ese de las personas que caminan por el centro sin mirar a quien viene frente a ellos y solo atinan a chocarles el hombro sin pedir disculpas.
El golpe de realidad no te permite volver a dormir tranquilo y pasan las noches en que te despiertas y entre la luz que entra por la ventana solo juegas a ver las sombras que se juegan en el techo, te das vuelta por la cama y buscas un lugar que te sea comodo el tiempo suficiente como para permitirte dormir, pero cuando despiertas te das cuanta que no soñaste nada, no por que no puedas, sino por el temor de que vuelvas a tener un sueño y te lo quiten de las manos.

Me tomó casi tres meses convencerme de que los sueños rotos no son más que un pequeño despertar, lo importante es poder seguir soñando, cuando el sueño se rompe tienes dos alternativas o te sientas a llorar o te buscas en todo tu ser las ganas de volver a soñar.

Hoy vuelvo a soñar, y mucho más tranquilo, porque si vuelvo a despertar haré todo lo que pueda por recuperar mis sueños parchados, vida refaccionada pienso, pero sin heridas en el cuerpo no se aprende a andar en bicicleta y sin heridas en el corazon no se aprende a amar.

martes, 4 de marzo de 2008

Puedo Volar



Cuando somos niños todos soñamos con volar, siempre que vez a un super heroe el poder que mas te llama la atención es el volar, asumo que la idea de ser invisible siempre me llamo la atención por curiosidades cientificas de observación, pero ese es otro tema.

Pues bien yo volé!!!

Tenia como 6 años y vivia con mis abuelos y mi Papá, una tarde de verano, lo recuerdo por que estaba con pantalones cortos y en esos tiempos el verano le daba un tono amarillento a todas las cosas, en esos días en que podias correr toda la tarde al sol y no sabias del calentamiento global o de los rayos UV, tu solo jugabas al sol y no te preocupaba el calor ni el cansancio.

no recuerdo hacia donde nos dirigiamos, solo veo en mi mente el momento en que doblamos por la plaza y cruzando la calle pude sentir como todo mi ser me decia algo, era como una voz tenue que me susurraba al oido un secreto que estaba a punto de revelarse, como cuando esperabas la navidad y por la forma de la caja sabias que el regalo que esperabas con tantas ganas se encuentra cubierto por un simple papel de colores, que basta con rasgar con un solo dedo para revelar su contenido y no puedes hacerlo porque junto con romper el papel se quiebran algunas ilusiones.
Ahi estaba yo caminando de la mano de mi abuela, sentí pasar los autos, el ruido de los pajaros de la plaza, el viento en mi cara, llegamos a la cuneta y me solte de las manos ella y con una seguridad maxima en que todo saldria bien comencé a correr, no fueron muchos metros, pero fue a la mayor velocidad que podian las delgadas piernas de un blancucho y soñador niño de seis años, la seguridad de lo que ocurriria me cubria totalmente, era una sensación me salia del pecho, de la punta de los dedos, de cada cabello, corri hasta casi llegar a la otra cuneta y justo antes de llegar lo senti, ahi supe por que estaba corriendo y con la sonrisa mas grande que he tenido di el salto hacia la completa libertad y volé.

No fue una gran distancia, no fue mucho tiempo, pero recuerdo claramente la sensación de volar, recuerdo que pude sentir el aire pasar desde mi rostro hasta mis pies y ahi valientemente con los puños hacia adelante y las piernas estiradas, sin ningun remordimiento volé.

lamentablamente el volar no inluia el aterrizar, tampoco tenia el tiempo de pensar en algo tan aburrido como eso, lo importante era volar.


La costra me duró demasiado tiempo, las rodillas peladas, los codos, la guata, la pera, cada parte de mi cuerpo que se rarmilló contra el concreto resultaron un minimo precio contra el vuelo que dí, un metro, dos, mil, que importa, yo volé y cuando sienta el impulso lo volveré a hacer.

lunes, 3 de marzo de 2008

Hasta que me enojé


¿Que pasa cuando uno no puede enojarse?

No es que no tenga rabia, es que las cosas pasan generan tanta ira que era mejor reprimirla.
Es que uno debe morderse la lengua en ocaciones y solo guardar silencio, pensaba todas las veces en que debi comer mi odio a grandes tragos.

Cagao de risa siempre dije, la vida no es mas que una comedia de situaciones y lo que hoy me causa odio debe haber alguien al que le cause gracia.

Les ha pasado que cuando algo les sucede les da la impresión de que todo el universo estaba predispuesto para que eso sucediera?
O creen en la mala suerte?
La verdad es que tuve que asumir que todo es karmico, es decir, se cosecha lo que que se siembra y punto.
Pero hace unos dias rompi el silencio y grite, patie puertas, muros, tiré cosas al aire, dije todo lo que tenia atorado en el pecho y no permiti que me hicieran callar, no permiti que me hicieran volver al estado somnoliento en el que me encontraba y no era que me tuviesen asi, era yo mismo el que reprimia el odio hasta que descubrí que lo mejor es botar todo lo que se tiene atascado en el pecho.
La voz es un arma que te permite hacer reir, hacer llorar o matar, las palabras pueden destruir mas que los actos y mis palabras con odio fueron las que mataron al ser en que me estaba convirtiendo, ahora unos dias despues del dia del odio puedo verme al espejo y volver a decir que estoy

CAGAO DE RISA